viernes, 29 de febrero de 2008

"ESTOY EMPEZANDO DE NUEVO"

De chiquita, Natalia Pastorutti no soñaba con revolear el poncho o cantar chacareras como su hermana Soledad. Ella quería ser escribana. Pero a Natalia todo le sucedió tan rápido que no tuvo mucho tiempo para pensar. Cuando se dio cuenta, estaba arriba de los escenarios junto con su hermana. Y en Cosquín 95 explotó el fenómeno folklórico que cambió para siempre la tranquila vida pueblerina de los Pastorutti en Arequito. "Tengo el recuerdo de que en esa época vivíamos el día a día, porque teníamos que hacer shows todo el tiempo. Miro para atrás y veo todo ese año de la explosión de la Sole como algo muy fuerte. Ahora, con 26 años puedo decir que hubiera elegido hacer todo mucho más tranquilo, porque no lo terminás disfrutando", confiesa con madurez. Natalia postergó un tiempo el sueño de ser escribana y se dedicó con fidelidad a cantar junto con Soledad. De esa manera, comenzó a saborear los escenarios y el trabajo de producción atrás de los telones. Natalia se comenzó a encargar de los emprendimientos productivos de la familia, se recibió de abogada y el año pasado fue fugaz estrella televisiva en el programa de Susana Giménez. Recién ahí, haciendo equilibrio sobre las cuerdas en el reality "El circo de las estrellas", sintió la necesidad de empezar su propio camino. "Muchas veces me habían ofrecido grabar un disco, pero sentía que no estaba madura para hacerlo ni tampoco me gustaron las propuestas. Afo Verde fue el que me convenció y me dio toda la libertad", cuenta la cantante, que se animó a cambiar al rubro pop melódico en su primer disco Me dejo andar .
-¿Te costó despegar del lado de Soledad? -En ese sentido sí. Me sentía muy segura. Siempre me gustó ese trabajo que hacía con ella, acompañarla un rato en los shows, en los viajes y trabajar en la producción. También me podría haber quedado actuando con Sole toda la vida, aunque no hubiera crecido. Le agradezco todas las oportunidades que me dio, pero me gustaba el desafío de emprender mi propio camino y encarar mis propios desafíos.
-¿Vas a seguir cantando con ella? -Eso me gusta mucho y lo disfruto, aunque ahora uno tiene que empezar a trabajar el disco solista para seguir defendiéndolo, porque es muy reciente. Pero me cuesta dejar esa parte con Sole, porque me divierte y me gusta cantar los temas folklóricos que hacemos. Mientras pueda, voy a seguir haciendo las dos cosas.
Con Me dejo andar ( Sony/BMG ) , Natalia Pastorutti transita un terreno desconocido cantando temas pop y suaves baladas con toques electrónicos acompañada de la guía artística de Guillermo Vadalá. La producción la desmarca del folklore bien tradicional, que interpretó durante más de diez años junto con Soledad. "Al principio, me costó cantar pop, porque tengo muy incorporada la expresión folklórica, pero Celsa [Mel Gowland] me ayudó a encontrar otro estilo en mi voz. Después, con Guille fuimos eligiendo las canciones que más nos gustaban y así apareció el sonido nuevo del disco", cuenta Natalia.
Para la mayor de las Pastorutti, todo parece nuevo. Hacer promoción, conciertos y defender un disco siempre fueron habilidades que vio naturalmente en la "caradura" de su hermana. Pero a la promisoria artista pop no se la ve incómoda lejos de los ponchos y los festivales. Tampoco se la ve como una sombra de la Sole. Todo lo contrario. "Desde que todo esto comenzó en 1995, siempre trabajamos en bloque: Sole, mi papá, mi mamá y yo. Se fue incorporando gente, pero ése es un bloque que no se destruye. Lo que sí quería era separar mi imagen de la de Sole con otro repertorio. Por eso, elegimos no hacer folklore para que no haya comparaciones vocales o musicales. Internamente, en la familia, no hay división, pero sí son dos carreras diferentes. Y eso es lo que uno quiere mostrar para que la gente no se confunda. Para mí, es como comenzar una carrera de nuevo."
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