sábado, 8 de marzo de 2008

NATI... EN LA PRENSA

Nati en los medios de prensa
“Las hermanas toman caminos separados”
LA GACETA DE TUCUMÁN. “No creo que con mi sa­li­da co­mo so­lis­ta ha­ya ro­to con la So­le. Me pa­re­ce que abri­mos ca­mi­nos di­fe­ren­tes en nues­tras ca­rre­ras ar­tís­ti­cas, con co­sas nue­vas, con in­cur­sio­nes en otros gé­ne­ros”, ex­pli­có Na­ti Pas­torutti.
Ella tie­ne una res­pues­ta cla­ra pa­ra es­ta pre­gun­ta. “So­mos un blo­que fa­mi­liar, una em­pre­sa, con mi her­ma­na, mi pa­pá y mi ma­má, que tie­ne va­rios pro­yec­tos, que son pen­sa­dos y ana­li­za­dos por to­dos, y cuan­do ele­gi­mos uno va­mos to­dos jun­tos pa­ra ade­lan­te”, ase­gu­ró.Na­ti di­jo que nun­ca pen­só que es­ta­ba a la som­bra de su her­ma­na ma­yor, y que si no to­mó más pro­ta­go­nis­mo fue por­que no qui­so. “En rea­li­dad era el lu­gar en el que me sen­tía más có­mo­da”, se­ña­ló.“So­le siem­pre me in­sis­tía pa­ra que la acom­pa­ña­ra a las con­fe­ren­cias de pren­sa, pa­ra que can­ta­ra más te­mas con ella. Yo es­tu­ve siem­pre apo­yán­do­la, tan­to arri­ba co­mo aba­jo del es­ce­na­rio. Yo la veía cuan­do ba­ja­ba del es­ce­na­rio que tenía que se­guir tra­ba­jan­do, y yo no. Eso me per­mi­tió po­der de­di­car­me a mi ca­rre­ra y re­ci­bir­me… siem­pre hu­bo mu­cho res­pe­to en­tre nos­otras”, acla­ró, de­jan­do en cla­ro que su per­fil ba­jo res­pon­día a sus pro­pios in­te­re­ses y ne­ce­si­da­des.
El apo­yo fa­mi­liarSo­le, al igual que sus pa­dres, fue­ron fun­da­men­ta­les pa­ra que Na­ti to­ma­ra la de­ci­sión de ini­ciar una ca­rre­ra so­lis­ta. “Tu­ve mu­cho apo­yo, co­mo siem­pre, por­que cuan­do la com­pa­ñía dis­co­grá­fi­ca me pro­pu­so gra­bar es­te dis­co, yo su­pe que se tra­ta­ba de un pro­yec­to a lar­go pla­zo y no fue una de­ci­sión fá­cil”, con­tó.An­tes de dar el sí, Na­ti tam­bién pu­so en la ba­lan­za el he­cho de que es­ta­ba a pun­to de re­ci­bir­se co­mo abo­ga­da cuan­do le hicieron la pro­pues­ta. “Es­ta­ba lis­ta pa­ra ini­ciar otra eta­pa en mi vi­da”, ex­pli­có.
Vivir la vidaAn­tes de des­pe­dir­se en su vi­si­ta a LA GA­CE­TA, Na­ti con­tó que a pe­sar de que no es au­to­ra de las le­tras que can­ta, se sien­te ple­na­men­te iden­ti­fi­ca­da con ellas. “Me pa­sa con ‘Me de­jo an­dar’, que le da nom­bre al dis­co, y que re­fle­ja la idea de que hay que vi­vir la vi­da, que es cor­ta y hay que dis­fru­tar­la y ha­cer to­do lo po­si­ble pa­ra ser fe­liz”, ejem­pli­fi­có.

Nati inició su carrera solista con seguridad y entrega
La cantante estuvo de paso por Tucumán, y habló con LA GACETA acerca del lanzamiento de su primer disco, “Me dejo andar”. Alejada del folclore, la hermana de la Sole se juega.
La tranquilidad de que dentro de unos años, cuando mire el camino transitado, la sensación será de satisfacción y felicidad por lo hecho, es la que marca el inicio de la carrera como solista de Natalia Pastorutti, quien lanzó su primer disco, que se llama “Me dejo andar”.
La de Nati es una historia extraña. Lleva más de 10 años de carrera en la música, pero no había sacado un disco sola, y siempre había estado junto a su hermana, Soledad Pastorutti. “Es raro, lo sé, pero es lo que elegí. Tal vez porque no me sentía segura o capacitada para hacer un disco sola, pero ahora sí”, confesó.El futuro, para Nati, es importante en la medida en que le permita saber que lo que hizo en el pasado (el presente, hoy), fue con las mejores intenciones y con profesionalismo. “Trabajar sobre lo inmediato te da otra visión, es diferente… no sé cómo explicarlo, pero trato siempre de saber que estoy segura y conforme de lo que hago”, contó en su visita a LA GACETA.
La madurez que muestra al hablar, deja también la puerta abierta a posibles autocríticas en el futuro. “Si cuando sea más grande miro para atrás y veo que cometí errores, voy a saber que tuve buenas intenciones, y que me equivoqué, como cualquiera”, dice para sintetizar esa idea.
En el torbellino de sus palabras aceleradas pero certeras, también hay bastante humildad. Sobre todo cuando habla como si recién empezara a hacer una carrera. “Es un proyecto largo, y estoy trabajando despacito y desde abajo”, comentó.
Eso se percibe también cuando sigue buscando explicaciones para no haberse lanzado antes. “Es cierto que me subí al escenario de Cosquín con Sole, a los 13 años, pero éramos inconscientes, lo hacíamos como un juego, cantar y divertirnos. Pero cuando uno va creciendo, aparecen temores e inseguridades de los que hay que ir aprendiendo para crecer y a tener más seguridad y tranquilidad”, aseguró.
El sueño de la nenaEsta chica de 26 años se recibió de abogada el año pasado, y está a punto de convertirse en escribana. Y con eso cumplirá el sueño de su infancia.“Cuando era chiquita decía que quería ser escribana. No sé por qué, no tenía idea de qué era eso y no había ningún escribano en mi familia, pero quería eso”, dijo. Esa decisión, en su adolescencia, estuvo por traerla a Tucumán, donde tiene familiares. “Supe que acá era una carrera en la que no hacía falta estudiar antes Derecho, y estuve a punto de venirme a vivir con mi tío para estudiar”, aseguró.Nati recalcó, cada vez que pudo, que su primer disco no es de folclore, lo que implica que tiene que trabajar mucho más en la difusión de “Me dejo andar”. “Quiero probar cosas nuevas, variar de géneros”, afirmó.Eso va en sintonía con lo que ocurre con otros jóvenes cantantes folclóricos que se fueron volcando hacia la canción melódica o el pop, como Abel Pintos o Luciano Pereyra. “Es una generación que quiere hacer cosas nuevas. El folclore es lindo, pero me gusta probar cosas distintas, evolucionar, que es lo que hace la juventud, para evitar aburrirme. Y no es que el folclore me aburra, si seguro que vuelvo a hacer algo en algún momento”, puntualizó.

“En música, hablar de géneros hoy se presta a confusión”
Natalia Pastorutti, hermana de la famosa Soledad, habló con nuestro diario sobre Me dejo Andar, su primer disco solista producido por Guillermo Vadalá, el bajista de Fito Páez.
“Mis canciones no son netamente folklóricas. Lo mejor es que la gente las escuche y experimente cosas. Hablar de géneros puede prestarse a confusión, porque antes el folklore implicaba la guitarra y el bombo y ahora ya tiene incorporados un montón de instrumentos“.
La conversación con Nati Pastorutti transcurre en nuestra redacción del céntrico mediodía tucumano y se enmarca en el último tramo de una abarcadora gira norteña (antes pasó por Jujuy, Salta y Santiago del Estero) para promocionar el CD Me Dejo Andar, primera andadura solista de la hermana de Soledad.Editado por Sony BMG y producido por Guillermo Vadalá -el bajista que trabajó mucho con Fito Páez-, el compacto tiene como primer corte Dos Caras de una Moneda y cuenta con la participación de instrumentistas destacados como, entre otros, Nerina Nicotra (bajista de Spinetta y -en tren de establecer lazos-, esposa de Vadalá) y Jota Morelli en batería; además, como vocalistas invitados, están la propia Soledad (en Dos Caras…) y Axel (en la canción que da título al trabajo).
De sus pasos recientes por Tucumán, el recuerdo más vivo es el de las dos veces que visitó la escuela 219 de Ancajuli, el año pasado, institución a la que representó en el segmento El Circo de las Estrellas del programa de Susana Giménez.
“Ya veníamos trabajando en el disco desde noviembre de 2006 y la invitación al ciclo de Susana ayudó a reinstalarme entre la gente, junto con la satisfacción de poder ayudar a esa escuelita de alta montaña“, comenta Nati y rememora las dos veces que se desplazó, en helicóptero, desde el aeropuerto Benjamín Matienzo hasta la localidad situada a 3 mil metros sobre el nivel del mar (habitualmente se llega por camioneta y -dato que borra en el cronista toda perspectiva de emprender alguna vez el viaje- a lomo de mula).
“Cuando los músicos hablamos de ’salir a defender el disco’ significa trabajarlo y darlo a conocer en un mundo donde no sólo hay mucha competencia en el mercado sino también por la piratería“, aporta Natalia, quien en 2007 se graduó de abogada en la Universidad de El Salvador (con una especialidad de postgrado en Escribanía).
Las canciones fueron seleccionadas naturalmente por ella misma y Vadalá a partir de demos con canciones inéditas que el sello les iba acercando y de las que sólo conocían el título, de modo que sólo resultaron determinantes las cualidades de cada canción. De los muchos viajes y experiencias que compartió con su hermana evoca una experiencia en Dresden (Alemania), cuando cantaron “sólo un minuto y medio” en un evento de lanzamiento de un nuevo modelo de automóvil.
“En mi casa siempre se escuchó folklore -por mi papá- y música de danzas clásicas y españolas -por mi mamá, que es profesora de baile. Por eso me crié con canciones de Horacio Guarany y José Larralde. De Los Beatles, poco y nada; lo más raro que oía mi papá era un disco de”Los Fabulosos Cadillacs”, aporta la joven de Arequito, donde nació el 15 de agosto de 1982.
Del paso por Miami, a fines de los 90, cuando Soledad planeó desde allí un salto al mercado internacional con el disco Yo si quiero a mi país -producido por Emilio Estefan-, recuerda Nati que “fue un proyecto muy positivo que abrió muchas puertas en Chile y otras partes de Latinoamérica“. “En esa época a la Sole le reprochaban su presunto alejamiento del folklore; y se lo decían, quizá, por falta de conocimiento, porque nunca dejó de hacer los temas viejos“, resalta Natalia.